¿Cuál es la diferencia?
Hoy en día contamos con muchos canales de información y entre ellos el más utilizado es internet, gracias al que las noticias vuelan y muchos vídeos, comentarios y novedades se convierten rápidamente en virales y la gente accede al conocimiento muchas veces en tiempo real. Este es uno de los motivos por los que cada vez más gente se preocupa por lo que consume y presta atención a los ingredientes con los que se producen los alimentos que adquiere en el supermercado así como su composición y si proceden o no de cultivos ecológicos, ostentado así el título de productos orgánicos, comidas naturales o alimentos biológicos.
La diferencia básica y fundamental de los alimentos orgánicos o que no son OGM (modificados genéticamente) es que no contienen productos químicos; es decir no han sido cultivados utilizando plaguicidas, fungicidas y otros agentes que son perjudiciales para la salud de las personas y también de los animales, además de contaminar seriamente el planeta. Como si esto fuera poco, no son pocas las personas que persiguen una alimentación sana y natural basada en frutas y vegetales y que al consumirlas piensan que tienen hábitos alimentarios saludables, cuando en realidad se están intoxicando porque lo que están comiendo no procede de cultivo orgánico.
Se trata de alimentos a los que entre otros posibles procesos se les ha añadido un gen para volverlos más resistentes ante factores como el clima o las plagas.
Las virtudes de los alimentos biológicos
Son muchas, porque al final se trata de comer los alimentos tal y como nos los ofrece la naturaleza, sin aditivos, sin hormonas ni químicos de ningún tipo. Una clara distinción que se puede apreciar entre un alimento modificado genéticamente y otro que es orgánico y que cualquier puede probarlo en casa, es dejar que brote. Por ejemplo, se puede probar con una papa o batata; si éste saca brotes luego de unos días quiere decir que no ha sido modificado, pero si pasa el tiempo y su aspecto continúa como el primer día de comprado entonces ya sabes la respuesta.
De todos modos, no hay que confundir porque el hecho de que broten no significa que no hayan recibido un tratamiento plaguicida a través por ejemplo de la técnica de pulverización.
Para asegurarte de que realmente comes alimentos orgánicos puedes cultivarlos tú mismo en casa recurriendo a fórmulas naturales para alejar las plagas y tratar afecciones en las plantas o bien, comprarlos en una tienda ecológica de confianza. La contra que tiene éste tipo de productos es que por lo general es más cara que la que se vende a granel o en los supermercados, pero si te lo puedes permitir bien vale la pena, ya que te aportaran:
- Nutrientes de calidad
- Un sabor incomparable
- Te ayudará a prevenir enfermedades
- Obtendrás todo el valor vitamínico y mineral de lo que consumes
- A nivel ambiental estarás contribuyendo a la preservación del agua y del suelo
Es de suma importancia informarse con respecto a lo que comemos; alimentos como cereales, semillas, soja, carnes, leche huevos y otros que forman parte de una dieta saludable y variada pueden convertirse en una verdadera amenaza para la salud; un informe procedente de los Estados Unidos dice que un 80% de los productos que se comercializan en los supermercados están modificados genéticamente. Algo, que se supone debe ser informado de forma explícita o con las siglas OGM en algún sitio del envase o envoltorio del alimento.
¿Eres de los que se fija en la composición de los alimentos que consume o hasta ahora no lo has tenido en cuenta?