¿Cuánta actividad física necesitan los adultos?

Una actividad física se define como cualquier cosa que consiga poner tu cuerpo en movimiento. Como mínimo se tiene que hacer dos veces por semana algún tipo de ejercicio físico para mejorar el fortalecimiento muscular y la salud aeróbica.

Beneficios para la salud importantes:

Los adultos necesitan por lo menos una de las siguientes actividades físicas:

1. Caminar 2 horas y 30 minutos (150 minutos) de actividad aeróbica con una intensidad moderada (caminar a paso ligero) por semana. Se recomienda también, hacer entrenamiento con pesas para la no degeneración prematura de los músculos en 1 o más días a la semana, trabajando todos los grupos musculares (piernas, caderas, espalda, abdomen, pecho, hombros y brazos).
2. Trotar durante 1 hora y 15 minutos (75 minutos) de actividad aeróbica con una intensidad vigorosa (es decir, trotar o correr) por semana. Se recomienda a su vez trabajar todos los grupos musculares 2 o más días por semana.
3. Un mixto entre las dos anteriores. Salir un día a la semana a correr y los otros dos siguientes a andar en una intensidad aeróbica moderada. Al igual que las otras dos anteriores, es recomendable fortalecer los músculos para que no se lleguen a atrofiar.

Entendemos que 150 minutos cada semana pueda parecer mucho tiempo invertido, pero no es así. Esas 2 horas y 30 minutos, son aproximadamente el tiempo que puede durar una película. La buena noticia de todo esto es que no es necesario que se hagan de golpe las 2 horas y 30 minutos sino que puedes repartirlas durante toda la semana. Se trata de saber que es más saludable para ti, si pequeños intervalos o todo seguido.

 ¿En qué nos benefician las actividades físicas?

Con ejercicios cardiovasculares conseguirás tener una mejor respiración y aumentarás las pulsaciones de tu corazón. Desde empujado un mueble pesado, a salir a bailar; todo tipo de actividades cuentan:

• Mejora de la flexibilidad
• Aumento de la fuerza y el tono muscular
• Control muscular mejorado de la espalda y las extremidades
• Mejora de la estabilización
• Mejora de la coordinación física y el equilibrio
• Aumento de la capacidad pulmonar y la circulación a través de la respiración profunda
• Mejora de la concentración
• Menor estrés